Las Palmas de Gran Canaria
Tipo de comida: Pescado fresco de la zona (barquilla)
Precio: 239,93 (8 personas)
aprox. 30 € por persona
Servicio: Regular
Restaurante pesquero ubicado en la misma playa de Las Canteras, con una de las mejores vistas de la Bahía, gracias a sus inmensos ventanales donde baten las olas del mar.
Pertenece a la misma propiedad de otro restaurante cercano y del que ya hemos hablado en este blog: el Restaurante Grill Casa Carmelo.
En esta ocasión se trató de una comida de grupo que nos dio la oportunidad de probar diferentes preparaciones. Decir que a pesar de que llegamos temprano y de que el local es de grandes dimensiones -siendo posiblemente el de mayor capacidad de Las Palmas de Gran Canaria, con más de 400 plazas, repartidos en tres salones y terraza- nos sorprendió que estaba prácticamente todo reservado, sin espacio en la terraza, y que a medida que comíamos vimos como se llenó completamente, lo que muestra el éxito de este establecimiento a pesar de no tratarse de un negocio de precios populares.
Pertenece a la misma propiedad de otro restaurante cercano y del que ya hemos hablado en este blog: el Restaurante Grill Casa Carmelo.
En esta ocasión se trató de una comida de grupo que nos dio la oportunidad de probar diferentes preparaciones. Decir que a pesar de que llegamos temprano y de que el local es de grandes dimensiones -siendo posiblemente el de mayor capacidad de Las Palmas de Gran Canaria, con más de 400 plazas, repartidos en tres salones y terraza- nos sorprendió que estaba prácticamente todo reservado, sin espacio en la terraza, y que a medida que comíamos vimos como se llenó completamente, lo que muestra el éxito de este establecimiento a pesar de no tratarse de un negocio de precios populares.
Mientras decidimos los platos que íbamos a degustar nos ofrecieron -y nos cobraron- unos panecillos con alioli casero (del de verdad) muy bueno y mojo rojo, éste sólo aceptable.
De entrantes y para compartir pedimos dos platos de quesos variados, con queso semi-curado y queso curado, que no estaban malos, pero que no son el mejor ejemplo de la magnífica producción quesera de esta isla. Dos raciones de papas arrugadas con mojo, que vienen sin el mojo y nosotros se lo ponemos a placer que el que nos han servido previamente; el tipo de papa muy bueno y cocinadas en su punto. Dos platos de sardinas fritas, pequeñitas (como nos gustan) y con un sabor extraordinario, como hacía tiempo que no probábamos. Y dos ensaladas marinera, con lechuga, berros, tomate, aguacate, cebolla roja, salmón ahumado y surimi (palitos de cangrejo), y aunque la ensalada estaba muy buena (no nos comimos el surimi) no podemos entender cómo un restaurante especializado en pescado pueda poner a su ensalada un sucedáneo de cangrejo (que no contiene en su elaboración absolutamente nada de este crustáceo) con la cantidad de pescado fresco con el que cuenta. Para nosotros un fallo garrafal que por suerte es fácil de retirar del plato sin que lo contamine.
Ya para comer, nos decantamos por un pulpo frito, servido con papas arrugadas y mojo verde, que estaba muy bueno con un punto de cocinado del pulpo excelente. Dos raciones de calamares a la romana, que vienen acompañado por papas fritas aunque pedimos que uno de ellos nos lo acompañaran de arroz blanco, algo que hicieron sin problema; los calamares estaban muy buenos tanto de calidad como preparados. Y por último 3 bocinegros al horno con una papa guisada, que aunque era correcta no terminó de convencer a los comensales.
De beber combinamos agua sin gas, refrescos -Coca-Cola, Appletiser, Fanta naranja- y Cerveza.
Terminamos con dos cafés y un único postre: huevos moles acompañados del clásico gofio y espolvoreados con canela. Esto último nos sorprendió porque nunca lo habíamos visto y no nos gustó, pero peor fue cuando eliminamos la capa superior de huevos moles para retirarle la canela al postre y descubrimos que estos no tenían prácticamente sabor, razón por la cual decidimos no continuar comiendo.
No ofrecen copa de la casa al final de la comida.
En cuanto al servicio, errático, ya que a pesar de que se comportaron de forma muy amable, le costaba venir a nuestra mesa a atendernos (a pesar que estábamos en la misma entrada del salón) mientras que en la mesa de al lado, donde comía un jugador de fútbol de la U. D. Las Palmas, los camareros asistían de tres en tres.
Podemos decir que la experiencia fue en general agradable aunque con una serie de pequeños errores (surimi, huevos moles, servicio,...) que no nos esperábamos en este establecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario