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Maspalomas
Tipo de comida: Fusión de comida oriental y occidental
Precio: 226,31 (6 personas)
aprox. 38 € por persona
Servicio: Regular
Restaurante muy cercano a las dunas de Maspalomas, que cuenta con una zona chill out, algunas mesas en la terraza y la zona de restaurante cerrado. En general una decoración oriental bastante sobrecargada.
La ocasión era una cena de amigas para ponerse al día después de la época estival, eligiendo este lugar por la fama que le precedía y por haber intentado ir en multiples ocasiones y serles imposible. La empresa alardea que para conseguir mesa debes llamar con casi 3 semanas de antelación, aunque ya nos haya ocurrido más de una vez el ponernos en lista de reserva y que nos llamen justo el mismo día. Es verdad que en esta ocasión tuvimos suerte ya que aunque al principio nos dijeron que era imposible -porque llamamos únicamente con dos días de antelación- al ir a apuntarnos en la lista de reserva para cenar a las 19:30 (el establecimiento sólo sirve cenas) nos comunicaron que a esa hora si era posible ya que permitía que la siguiente mesa entrara a continuación.
Los platos descritos en la carta eran muy sugerentes y nos quedamos con ganas de probar alguno más. En cambio la carta de vinos era bastante corta y con caldos bastantes desconocidos.
Como entrante la casa nos invito a unas samosas de verduras con una base de ensalada, que estaban para mi gusto con muy poco relleno y le hubiera ido muy bien alguna salsita de acompañamiento, tipo chatchini.
Para comer elegimos Creppe relleno de verduras y shitake gratinado con tomate, gouda y frutos secos; Pasta negra con langostinos y mariscos en salsa de soja, lemmon grass y hojas de lima kefir; Lenguado relleno de espinacas y langostinos con salsa de ostras gratinado con almendras; Magret de pato escalopado con chutney de papaya y mango; Tajín de Cordero; y Solomillo de cerdo escalopado con crema de plátano y cacao. En primer lugar nos sorprendió el orden en que sirvieron los platos, ya que como varios de ellos eran gratinados tardaban en elaborarlos entre 15 y 20 minutos. Comenzaron con el Tajín el cual estaba muy bueno así como el cous cous que lo acompañaba, pero que lo trajeron cuando ya casi no quedaba cordero. Después nos sirvieron la Pasta negra, que estaba muy buena y se notaba que los ingredientes eran de buena calidad y el Pato con el chutney que estaba muy bueno. Después nos sirvieron casi a la vez el Creppe -plato preferido de una de las comensales y que merece la pena probar- el lenguado -para mi gusto la gran sorpresa de la noche, el contrate de sabores, la calidad del pescado,...consiguió conquistarme y eso que yo en la vida lo habría pedido- y el Solomillo de cerdo -que estaba muy correcto pero pensé que iba a ser mucho mejor-.
Respecto a las bebidas unas se decantaron por cañas, otras por refrescos y otras pocas por vino, siendo el elegido el Pago de Cirsus -la carta de vinos era bastante pequeña y los caldos incluidos no eran de muy conocidos-.
De postre nos decantamos por el Coulant de chocolate y el Creppe relleno de polvitos uruguayos con nata y fresas, el cual estaba espectacular. Así y todo nos pareció un poco excesivo pagar 10€ por cada uno de ellos
Posteriormente pasamos al lounge, el cual no servían cocteles sino espirituosos y combinados, para nuestro gusto una pena porque esta área esta muy bien y agradable para tomar una copa.
Cobran 2€ por cada servicio de mesa y para mi gusto los camareros deberían estar más atentos para poder pedir las bebidas.
La experiencia no me disgustó pero es verdad que esperaba mucho más de este lugar considerado como uno de los mejores restaurantes del sur, quizás si hubiese ido sin prejuicios me hubiese gustado más.
Para comer elegimos Creppe relleno de verduras y shitake gratinado con tomate, gouda y frutos secos; Pasta negra con langostinos y mariscos en salsa de soja, lemmon grass y hojas de lima kefir; Lenguado relleno de espinacas y langostinos con salsa de ostras gratinado con almendras; Magret de pato escalopado con chutney de papaya y mango; Tajín de Cordero; y Solomillo de cerdo escalopado con crema de plátano y cacao. En primer lugar nos sorprendió el orden en que sirvieron los platos, ya que como varios de ellos eran gratinados tardaban en elaborarlos entre 15 y 20 minutos. Comenzaron con el Tajín el cual estaba muy bueno así como el cous cous que lo acompañaba, pero que lo trajeron cuando ya casi no quedaba cordero. Después nos sirvieron la Pasta negra, que estaba muy buena y se notaba que los ingredientes eran de buena calidad y el Pato con el chutney que estaba muy bueno. Después nos sirvieron casi a la vez el Creppe -plato preferido de una de las comensales y que merece la pena probar- el lenguado -para mi gusto la gran sorpresa de la noche, el contrate de sabores, la calidad del pescado,...consiguió conquistarme y eso que yo en la vida lo habría pedido- y el Solomillo de cerdo -que estaba muy correcto pero pensé que iba a ser mucho mejor-.
Respecto a las bebidas unas se decantaron por cañas, otras por refrescos y otras pocas por vino, siendo el elegido el Pago de Cirsus -la carta de vinos era bastante pequeña y los caldos incluidos no eran de muy conocidos-.
De postre nos decantamos por el Coulant de chocolate y el Creppe relleno de polvitos uruguayos con nata y fresas, el cual estaba espectacular. Así y todo nos pareció un poco excesivo pagar 10€ por cada uno de ellos
Posteriormente pasamos al lounge, el cual no servían cocteles sino espirituosos y combinados, para nuestro gusto una pena porque esta área esta muy bien y agradable para tomar una copa.
Cobran 2€ por cada servicio de mesa y para mi gusto los camareros deberían estar más atentos para poder pedir las bebidas.
La experiencia no me disgustó pero es verdad que esperaba mucho más de este lugar considerado como uno de los mejores restaurantes del sur, quizás si hubiese ido sin prejuicios me hubiese gustado más.
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