Santa Brígida
Tipo de comida: Carnes
Precio: 148,20 (4 personas)
aprox. 30 € por persona
Servicio: Muy bueno
Este restaurante de toda la vida -que no se debe confundir con una cadena de pizzería y bocadillería que comparte su mismo nombre- es famoso por sus carnes criadas por ellos mismos, que también se pueden conseguir en la carnicería que poseen enfrente.
Comenzamos los entrantes con un queso semicurado con pan bizcochado de almendras y un escaldón de gofio con caldo de potaje o como ellos lo denominan, un paté de gofio, servido -como no- con sus lascas de cebolla y rematado con unos ajitos fritos.
Para la comida continuamos con el picoteo para tener la oportunidad de probar el máximo número de manjares. Empezamos con unos platos "suaves" como unas garbanzas al estilo canario, unos callos, y unos judiones. Las primeras muy correctas, los segundos nos sorprendieron, pero sin embargo los judiones fueron seguramente el plato más flojo de la jornada.
Ya metidos en la carne, su punto fuerte, nos atrevimos con un cochino negro a la plancha acompañado con unos pimientos asados, una carne de cabra estofada con sus papitas guisadas y un cochino frito en su propia manteca y papas arrugadas. Cada uno mejor que el anterior, donde la carne de cabra -por su complejidad- nos dejó maravillados.
Para terminar con esta "orgía de carnes" rematamos con un chuletón de novillo de más de 2 kilos servido con unos tomates asados.
Para poder bajarnos todo esto fue necesario bebernos 3 botellas de un vino canario que desconocíamos, el vino Eidan de la Bodega-Viñedos Ventura, que nos sorprendió gratamente.
Ya de postre, no hubo valor para pedirnos uno para cada uno, así que decidimos seguir con la estrategia de la comida y pedir dos para compartir entre los cinco. Éstos fueron yogur griego con guarapo y mouse de gofio con un toque de almendra amarga.
Terminamos con los café e infusiones y unos chupitos caseros -invitación de la casa- que nos ayudaron a realizar la digestión.
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