Los Nacientes de Agua Dulce

Situación: Carretera del centro nº 116 ver mapa

Monte Lentiscal-Santa Brígida

Tipo de comida: Canaria fusión

Precio: 125,85€ (5 personas)

aprox. 25€ por persona

Servicio: Muy bueno

Con motivo de la visita de unos amigos, y aprovechando las jornadas gastronómicas del bacalao, decidimos cenar, el sábado 20, en uno de nuestros restaurantes fetiches: Los Nacientes de Agua Dulce.
Es un pequeño restaurante, sobriamente decorado y muy elegante, con una exposición de cuadros de autor itinerante y con unas vistas estupendas. Gestionan y atienden como un negocio familiar Santiago Velázquez y María Jesús Marrero, en cocina, y Luisa Quintana y José Miguel Padilla, en sala, con un esmerado cuidado del cliente, en donde se combina una pequeña pero cuidada selección de platos, que se ve ampliada periódicamente con sus cada vez más famosas jornadas gastronómicas, junto con una curiosa selección de caldos. A todo esto se suman dos factores que nos terminan de redondear los ágapes, y son el hecho de que se permita fumar y la terraza exterior, con juguetes que mantiene a los niños (propios y ajenos) entretenidos sin molestar a los comensales.
En este caso la cena constó de unos entrantes a base de surtido de quesos canarios con higos secos y tostas de pan de papas(cuando pidáis este plato no os cortéis en pedir un poco más de pan de papas tostado, ya que esta buenísimo y siempre se hace poco); surtido de croquetitas de chorizo de Teror y cherne, un plato que al principio asusta un poco, cuando uno lo lee en la carta, pensando que el chorizó podrá estar un poco fuerte y que repetirá, pero si te arriesgas a pedirlo, te das cuenta que has acertado de pleno, puesto que están suave al tiempo que sabrosas, mientras que las de cherne son más clásicas pero igual de buenas; y montaditos de tortilla de bacalao con cebolla, que ya que íbamos por las jornadas, algo de bacalao en los entrantes teníamos que pedir. Estos últimos estaban buenos, pero tal vez un poco secos.
Ya entrando en los platos fuertes, nos metimos de lleno con el bacalao, pidiendo dos para compartir: bacalao al ajoarriero, a base de un sofrito de ajos, pimientos verdes y rojos y cebolla, un clasico con el que nunca se falla; y bacalao con alioli, pimientos de Padrón y papitas panaderas, en una cuidada combinación de sabores que lo comvierte en un plato muy agradable.
Todo esto fue acompañado con refrescos, agua y un Viña Herminia, algo poco común para acompañar un pescado, pero dado que una de nuestras amigas es reacia a los blancos y el bacalao es un pescado con bastante intensidad, optamos por este tinto.
Para los postres, caseros, elaborados artesanalmente, nos decantamos por milhoja con crema mouselina y sorbete de mango, un clásico expectacular de la casa, tartaleta de galletas con fresas y sorbete de frambuesas, recientemente incluido en la carta pero que no llegó a nivel de los de siempre y bizcocho de almendras con chocolate caliente y helado de vainilla, otra nueva aportación del cocinero que creemos va a llegar a formar parte de la carta permanente, ya que es muy esponjoso y suave ,aunque pudiera parecer contundente, y con una combinación de sabores que siempre agrada al paladar.